¡Lo prometido es deuda! Como ya os anuncié, fui premiado en la Gala de los Premios Fotógrafos de boda con dos fotografías. Después de compartir la primera, es el momento de mostraros la segunda, una imagen a la que le tengo un cariño especial por haber sido también finalista en otra edición.
Es una fotografía en blanco y negro, tomada durante los preparativos de la novia, Silvia. La imagen captura un gesto de amor incondicional: su perrita, alzándose sobre sus patas traseras, revela el tatuaje que Silvia lleva en su pierna de Lassie, su amor incondicional.
Para mí, esta imagen va más allá de un simple instante. Es un recordatorio de que las bodas están llenas de amor en todas sus formas. Representa lo que busco en cada boda: esas pequeñas historias que a menudo pasan desapercibidas, pero que son la esencia misma de un día tan especial. Mi pasión es capturar esas historias, esos vínculos que nos hacen sentir acompañados y felices.
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